Las redes sociales son plataformas muy útiles para la comunicación corporativa, pero, además de ser un canal idóneo para conectar a las marcas con su público, se han convertido en espacios a controlar por empresas y organizaciones públicas. Lo que se dice, quién lo dice y cómo lo traslada en entornos digitales es información de primer orden de relevancia, porque incluso puede llegar a provocar crisis reputacionales. Por eso, tanto en el ámbito privado como en el público empiezan a armarse equipos y estrategias específicas para vigilar el mundo online y tomar el pulso a las redes.
Es el caso de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que ha lanzado un sistema de seguimiento y monitorización en tiempo real de todos los asuntos y noticias que le afectan y se publican en plataformas y medios digitales, así como en redes sociales. El organismo que preside Rodrigo Buenaventura ha lanzado una licitación para contratar este servicio por un total de 90.000 euros durante un máximo de tres años, según consta en la información publicada en la Plataforma de Contratación del Estado.
Según figura en los pliegos de la licitación, la CNMV necesita contratar a una empresa externa para "seguir en plataformas digitales, medios digitales y redes sociales y alertar en tiempo real las menciones relacionadas con la CNMV y su ámbito de actuación así como, de las tendencias, conversaciones, hastags o publicaciones en las que no mencione expresamente a la institución pero puedan ser de su interés". "Estas alertas con las menciones a la CNMV consistirán en avisos por correo electrónico a la lista de distribución que indique la Dirección de Comunicación de la CNMV", matiza.
El principal objetivo de la contratación de este servicio es localizar e intervenir a tiempo en el caso de que ciertos mensajes en plataformas digitales puedan perjudicar al organismo. Se trata de "detectar situaciones de crisis reputacional de la institución originadas o reflejadas en internet o redes sociales, alertar en tiempo real e iniciar el plan de gestión de crisis". Para ello, la CNMV necesita apoyo inmediato frente a eventuales crisis reputacionales con las medidas a adoptar. "En una situación de crisis de reputación online grave se alertará a través de correo electrónico, SMS y llamada telefónica a las personas que designe la Dirección de la CNMV", indican el pliego de prescripciones técnicas.
La monitorización consiste en seguir de forma temporal las menciones, tendencias y conversaciones sobre temas de interés, medir el alcance y sentimiento de los mensajes y contenidos difundidos por la CNMV, así como las noticias, menciones, conversaciones y tendencias relacionadas con la institución. Además, se busca analizar la audiencia digital, identificar a los líderes de opinión (influencers) que estén relacionados con los temas que son de interés para la CNMV y clasificarlos en diferentes categorías. Además de evaluar la presencia y reputación de la institución en el ámbito digital, la empresa adjudicataria tendrá que proponer estrategias y fórmulas para potenciar la presencia digital de la CNMV y que sus mensajes lleguen a un mayor número de sectores, profesionales, inversores y público en general.
Este trabajo se plasmará en informes periódicos trimestrales que se remitirán a la dirección de comunicación de la CNMV y el servicio incluirá la posibilidad de encargar trabajos de seguimiento especiales sobre determinados temas de interés de la institución, con búsquedas y asuntos específicos que impliquen recopilar y clasificar la información en función de distintas variables (temas, tendencias, líderes de opinión, sentimiento…). "Extraer todas las informaciones sobre una cuestión concreta, integrarlas en un documento, analizarlas, resumirlas y sintetizar para la CNMV las áreas de riesgo y posibilidades de actuación", es el trabajo que la empresa deberá plasmar en informes a petición de la CNMV.
Para ello, deberá desarrollar una plataforma web externa donde almacenar toda esta información y exportarla para realizar los informes. Además, el adjudicatario deberá ser capaz de identificar y captar las informaciones producidas en cualquier formato (noticias, artículos, comentarios, posts, videos, podcast, audios, presentaciones…) tanto en un canal escrito o hablado que se produzcan sobre toda la esfera de la comunicación digital sin limitación ni listado cerrado de sitios web. Principalmente, estamos hablando de redes sociales como Twitter, Linkedin, Facebook o Instagram, medios de prensa digitales, plataformas de vídeo como YouTube y Twitch, plataformas de podcasts como Spotify, iVoox e incluso blogs y foros.
El adjudicatario deberá ofrecer a la CNMV alertas en tiempo real, clasificadas por nivel de prioridad y entregar un informe trimestral sobre la evolución de la presencia online, con métricas integradas orientadas a la toma de decisiones. El informe deberá contener no solo un análisis de la presencia de la institución en la esfera digital, sino también una evaluación separada sobre la presencia de su presidencia. El organismo no busca solo una análisis de sentimiento sobre los temas que se debaten en el mundo digital, sino también identificar a los líderes de opinión que se posicionan sobre ellos.
Para la CNMV es tan importante lo que se dice, cómo y quién lo dice en el entorno digital que exige a la empresa adjudicataria que el sistema de alertas funcione 24/7 y que la información llegue en un máximo de 120 minutos desde su publicación en medios o redes sociales, prácticamente en tiempo real. La clave es detectar e identificar a tiempo situaciones que puedan derivar en una crisis reputacional de la institución y frenarlas con una plan de gestión de crisis diseñado ad hoc por el organismo.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios